Correr o no correr, esa no es la única cuestión…

Correr o no correr, esa no es la única cuestión…

Si eres corredor tanto por gusto por el deporte como para quitarte kilos o mantenerte, te interesará saber lo que viene a continuación…

Correr está de moda en general y en Valencia en particular. Valencia es una ciudad en la que contamos con un clima ideal y unas calles totalmente planas (que se lo digan a los que viven en Madrid, acostumbrados a las cuestas) que muchas desembocan en el Jardín del Turia donde recientemente se ha inaugurado el “Circuit 5k Jardí del Turia”, una medida más para convertir Valencia en la “ciudad del running”. Y es que cada año se celebran en la ciudad innumerables maratones, carreras solidarias, etc.

Actualmente vayas donde vayas te encuentras con gente corriendo. Y está genial. Da gusto ver a la gente practicando deporte.

Una gran parte de mis pacientes me dice que lleva años corriendo pero que no ha conseguido movilizar prácticamente ni un gramo de grasa. Tengo el caso de una mujer que llevaba un régimen a rajatabla de no más de 1.200 calorías y que corría 6 veces por semana, que tuvo que parar durante dos semanas por una operación y se puso 4 kilos encima. En otro caso que tuve el año pasado, una paciente me decía que entrenaba dos horas por la mañana todos los días pero que incluso había engordado (luego veremos el porqué).

Si te identificas, déjame que te cuente…

1. Somos el resultado de la genética, el sexo (hombre o mujer), el momento en que nos encontramos (edad, embarazo…) y los hábitos. Por mucho que te empeñes, si por genética tiendes a tener curvas y no pasas del 1,65 de estatura, nunca podrás tener el físico de una modelo, por mucho que te prives de comida y por muchas horas que corras. Mi consejo: aprende a aceptarte sacando tu mejor versión. Que por genética tengas tendencia a curvas no quiere decir que tengas que abandonarte (“total, nunca conseguiré estar tan delgada como esa chica”) porque con buena alimentación, el ejercicio correcto y hábitos saludables sacarás la mejor versión de ti, que será ¡¡guau!!

2. Por favor, destierra las dietas de una vez. No te empeñes en la famosa “operación bikini”. Los cuerpos de verano se hacen todo el año. Come saludable de por vida, haz ejercicio que te guste. La clave está en la moderación. Es imposible y poco saludable estar siempre a dieta, y mucho peor pasar periodos de atracones seguidos de restricciones. Cuando pasas hambre, tu cuerpo se estresa y se pone en alerta, como cuando se enciende la lucecita de reserva en el coche. Pones a tu cuerpo en “modo reserva” y utiliza la mínima energía posible. Tú te crees que adelgazas ¡pero es al revés!

Además, acumulas hambre y cuando atracas la nevera tu cuerpo lo va a retener todo mucho más que si está acostumbrado a recibir pequeñas comidas 5 veces al día. ¡Esto es lo que más me cuesta hacer entender sobre todo a la gente joven!

Tienes que desayunar, almorzar, comer, merendar y cenar para que tu cuerpo funcione a pleno rendimiento y no se vea obligado a tacañear a la hora de echar mano de las reservas. Si te gusta correr temprano, puedes tomarte una pieza de fruta un poco antes y desayunar mejor después (siempre con proteínas + hidratos de carbono + grasas cardiosaludables. Ejemplo: un yogur desnatado, muesli y frutos secos).

3. La paciente que entrenaba dos horas diarias y no conseguía adelgazar (es más, engordaba) resulta que estaba metida en un círculo vicioso. Por la mañana hacía hora y media de cardio y una media hora aproximadamente de musculación. Le gustaba la sensación de endorfinas y dopamina que genera el ejercicio, tanto que un día sin deporte era motivo de ansiedad. Se cansaba tanto que llegaba a casa exhausta. Como estaba tan cansada, el resto del día era prácticamente inactivo (sofá, coche…). Para más inri, como por la tarde bajaban las endorfinas y la dopamina, buscaba en la ingesta de hidratos de carbono la misma sensación. Total: mucho ejercicio pero exceso de alimentación y vida inactiva. ¡Cada vez tenía que entrenar más para mantenerse!

De nuevo mi recomendación es la moderación. Hice que bajara el ritmo, que combinara cardio y pesas con clases como yoga o bodybalance. Menos cansancio, más actividad el resto del día. Durante un par de semanas, tuvo que controlarse por las tardes para no atracarse de hidratos (había que romper el hábito).

En conclusión: ejercicio sí pero moderado y variado; no creas que por hacer ejercicio te libras de ser activo: subir escaleras, ir andando a los sitios, jugar con tus hijos al fútbol…; hacer deporte no es excusa para comer sin control. Una sola magdalena puede ser el equivalente a media hora de running ¡ojo!

4. Esta muy bien que consigas aguantar una hora corriendo. Quiere decir que estás en forma. Pero el organismo se acostumbra a todo. Si corres con la misma cadencia durante mucho tiempo, quemarás calorías pero tu cuerpo se pone como en “par motor” en el caso de los coches: resistencia con mínimo consumo. En cambio, prueba a cambiar de velocidad con intervalos más lentos y otros cortos al máximo. Podrás entrenar menos tiempo obteniendo grandes resultados. Por otro lado está el tema de la musculación. El otro día un amigo entrenador personal me dijo que muchas de sus clientas corredoras se quejaban de que tenían el trasero plano. Y es que corrían mucho pero se olvidaban de las pesas.

Hacer pesas no quiere decir ponerse hecho un culturista. Es más, a no ser que te dopes es imposible. Cuanto más mayores nos hacemos (hombres y mujeres) menor masa muscular tenemos. Y la masa muscular es clave para tener un metabolismo rápido y eficiente. Así que está bien que corras pero añade sesiones de pesas (nunca entrenes días seguidos una misma zona, deja que se recuperen las fibras porque el resultado será mejor) y otras de estiramientos. Ah, y no me odies si después de hacer pesas resulta que pesas más. No quiere decir que hayas engordado. Habrás bajado de volumen pero pesarás más porque la masa muscular pesa más que la grasa. Y lo mejor, quemarás calorías incluso cuando estés en reposo.

5. Hemos dicho que somos el resultado de la genética, el sexo, el momento en que estamos y los hábitos. Estos últimos no se refieren sólo a si haces ejercicio y te alimentas bien. También tienen que ver con cosas como las horas que dedicas al sueño, tu capacidad para controlar el estrés y el consumo de tóxicos (alcohol, tabaco…). Si tienes estrés a menudo, deberías saber que generas una hormona muy perjudicial que se llama cortisol y que entre otras cosas hace que envejezcas más rápido y que generes más grasa abdominal. Si duermes poco deberías saber que tienes más predisposición a engordar porque la hormona que controla el apetito estará descontrolada, la fatiga te hará estar menos activo y pedir más alimentos ricos en hidratos de carbono. Si te gusta el alcohol, tienes que saber que son “calorías vacías”, engorda mucho y no alimenta en absoluto. Si fumas tu sangre estará menos oxigenada con lo que la combustión de grasas se realizará peor. ¿Necesitas más razones para dejar los malos hábitos? Si tienes estrés, respira profundamente y haz ejercicio.

6. Finalmente, si eres hombre lo tendrás más fácil para estar en forma. ¡Es la triste realidad, chicas! Los hombres tienen más masa muscular por genética que nosotras, así que en cuanto os ponéis en marcha, chicos, perdéis peso en seguida. Las mujeres en cambio estamos hechas genéticamente para procrear, así que las caderas, el trasero… (esas curvas que por otro lado les vuelven locos) no son más que reservas de grasa para alimentar un feto en caso de embarazo y para amamantar al bebé una vez nacido. Por otro lado, nuestro organismo es más eficiente que el de ellos, precisamente por esta función de engendrar, y nuestro metabolismo está genéticamente programado para reservar grasa que nos permita sobrevivir en situaciones de escasez. ¿Bromas de la naturaleza? Bueno, igual es el precio que hay que pagar por sentir el increíble milagro de tener a tu bebé creciendo dentro.

Como no hay otra, de nuevo toca aceptarse como uno es y sacar lo mejor de nosotros mismos.

Con esfuerzo, con ilusión y siempre en positivo.

Sopa de cebolla light

Sopa de cebolla light

Esta sopa de cebolla cumple con todos los criterios B-Concept: deliciosa y muy apetecible en los días de invierno,fácil de realizar, económica y totalmente saludable.  

Recuerda que deberás añadir algo de proteína extra como dos lonchas de pavo y un vasito de queso fresco batido desnatado de postre, dependiendo de tu programa de alimentación personalizado.

Ingredientes:

  1. 100 gr. de taquitos de jamón.
  2. 1 litro de caldo de verdura (preferiblemente natural, pero si es en tetra brik elígelo bio o sin grasas hidrogenadas).
  3. 1,5 kg. de cebolla.
  4. Queso en lonchas Havarti light.
  5. Huevos (preferentemente camperos).
  6. 3 cucharadas soperas de aceite.
  7. Pimienta negra.

Elaboración:

  1. Cortar las cebollas en gajos mientras precalentamos el horno para gratinar.
  2. En una olla, poner 4 o 5 cucharadas de aceite, los tacos de jamón y la cebolla (que debe quedar dorada). ¡Ojo con la sal! Los tacos de jamón serrano son de por si salados. Tenlo en cuenta a la hora de poner sal durante la elaboración o cargarás de sodio la receta.
  3. Añadir agua al gusto (si se quiere más líquida la sopa, se añadirá más agua), sal y pimienta.

Dejar cocer durante 30-35 minutos (sólo 10′ si lo hacemos con olla a presión). Una vez hecha, poner en un bol o plato hondo (lo mejor, un cacharro de barro individual). Añadir un huevo y una loncha de queso Havarti y meter en el horno a gratinar.

Nutrientes:

La cebolla, ingrediente principal, se ha venido utilizando incluso como medicamento a lo largo de los años por su acción depurativa y antiinflamatoria (refuerza las defensas y alivia los constipados). Con muy pocas calorías pero con alto contenido en potasio (contrarresta la acción negativa del sodio, ayudando a equilibrar el organismo), fósforo, selenio, magnesio y calcio (estos tres últimos, imprescindibles para recuperarnos del ejercicio). Como cualquier vegetal, tiene múltiples posibilidades culinarias siendo la más conveniente en crudo (porque conserva más las vitaminas y minerales y la fibra, y una vez cocinada pasa como con la menestra, que su índice glucémico es mayor).

El jamón y el huevo te aportarán proteínas con muy poco contenido de grasa. Aquí os incluyo un par de cuadros con los contenidos en nutrientes, obtenidos directamente de google:

¡Que aproveche y a “adelgozar”!!

Huevos escalfados

Esta receta es fácil y deliciosa, ideal para una cena acompañada de una crema de verduras o una ensalada. 

Ingredientes:

  1. 1 huevo
  2. 3 lonchas de pavo
  3. Aceite de oliva virgen
  4. Sal
  5. Pimentón dulce
  6. Vinagre

Elaboración:

  1. En una olla pequeña poner agua a hervir con un chorro de vinagre.
  2. Cuando el agua hierva, echar un huevo crudo y esperar hasta que se haga la clara.
  3. Sacarlo con una espumadera y colocarlo en un plato. Según la proporción adecuada a nuestro plan alimenticio (si podemos comer más de un huevo) repetiremos la operación con otro.
  4. Decorar con las tres lonchas de pavo, una cucharadita de aceite y pimentón picante.
  5. Acompañar con 2 o 3 mini tostas integrales.

Valor nutricional:

El huevo es un ingrediente básico en la alimentación. Posee un alto contenido en nutrientes como proteínas, vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales, que son aquellos que nuestro organismo no fabrica por si solo y por lo tanto deben ser aportados en la dieta.

Si te interesa conocer más, consulta el post publicado anteriormente donde te hablamos con mayor detalle de este super alimento.

Tallarimis con mejillones por Beatriz Pérez

¡Nueva receta en nuestro Club! Hoy os presento una receta elaborada por Beatriz Pérez que cumple con todo lo que nos gusta proponeros: ligera, saludable, fácil, barata y nutritiva. Además súper rápida, con lo que una opción ideal para cuando llegas a mediodía a casa hambriento y sin muchas ganas de liarte en los fogones o tienes que prepararte el tupper para la oficina por la mañana. ¡Gracias por tu aportación, Beatriz!

Ingredientes:

  1. 160 gr. de garbanzos (los que van hervidos en bote son ideales).
  2. 125 gr. de tallarimis (los encontrarás en la sección de pescadería, en paquetes. Son parecidos a los palitos de cangrejo en su composición. Los puedes encontrar de Pescanova o en la sección de dietética de Dukan).
    65 gr. de mejillones al vapor (una lata te facilitará la vida).
  3. Media cebolla
  4. Pimentón dulce
  5. Sal

Elaboración:

1. Pocha la cebolla con una cucharada de salsa de soja (tipo Kikoman) cortándola previamente en rodajas.
2. Añade los tallarimis, los garbanzos y los mejillones.
3. Añade sal si lo ves necesario (los garbanzos si son de bote ya irán salados, así que ¡cuidado con pasarte con la sal porque te cargarás de sodio!).
4. Mezcla bien todo para que coja sabor y sirve en el plato, espolvoreando si lo deseas un poco de pimentón dulce.

Propiedades:

Los tallarimis y los mejillones son pura proteína sin grasas. Los tallarimis son una opción ideal si te apetece pasta pero no quieres ingerir la tradicional por su alto índice glucémico. Los mejillones contienen vitaminas del complejo B, vitamina C, ácido fólico, hierro, manganeso, selenio y zinc (estos dos últimos buenísimos para la firmeza de la piel).

Los garbanzos son una fuente de hidratos de carbono (imprescindibles para proporcionarnos energía). Además tienen fibra, proteínas de alto valor biológico, pocas grasas, vitaminas A, B6, C, E y K, y minerales como calcio, fósforo, potasio, zinc, magnesio, hierro y sodio.

Desafío 90 días: Pérdida de Peso Inteligente

Desafío 90 días: Pérdida de Peso Inteligente

Si uno lo piensa bien, perder peso no parece tan difícil: uno come menos y se mueve más y ya está. Pero no es así. Y tú lo sabes, ¿verdad?

Tenemos vidas que a veces son complicadas, con horarios imposibles en los que compaginar bien trabajo, pareja, hijos, amigos, preocupaciones, incluso dejar tiempo para nosotros mismos.

Muchas veces llegamos exhaustos a casa después de un día que ha comenzado a las siete de la mañana con estrés por llegar al trabajo, tráfico, esa reunión donde debes rendir cuentas, recogida de los niños, pediatra, cumpleaños, compra rápida en el supermercado… Día tras día sabes que te quieres cuidar, que quieres mejorar tu alimentación y realizar ejercicio, pero no sabes cómo y además terminas comiendo lo primero que pillas (algún plato precocinado, las sobras de la cena de los niños…). A veces lo has intentado: te has puesto a régimen y a los pocos días has tirado la toalla porque estabas hasta el gorro de pechuga a la plancha con ensalada. ¡Parece que estás solo en la batalla! Y vuelta a empezar…

En otros casos, puede ser que lleves meses apuntado al gimnasio y sin perder un gramo de grasa. Y piensas ¿qué pasa?

¿Te identificas? Pues déjanos ayudarte. Porque te vamos a dar soluciones para que veas y sientas resultados de una vez por todas. Ideas para que cuando llegues a casa sepas la gran cantidad de opciones que tienes saludables y sabrosas para comer. Alternativas para que hagas ejercicio incluso en tu casa. Decirte qué cantidades comer según tus necesidades, tus hábitos, tus horarios…

El pasado 2 de noviembre, en colaboración con Atalanta Sport Club-SPA, hemos puesto en marcha la Cuarta Edición del Desafío 90 días de Pérdida de Peso Inteligente (antes llamado Maratón). Todavía estás a tiempo de unirte al desafío.

Programa:

1º Sesión Curso Educación Alimentaria (grupal).
2º Sesión: Entrevista privada con Beatriz Colorado (1 hora). Análisis antropométrico.(Individual).
3º Salida al supermercado (grupal).
4º Revisión después de la primera semana del plan (individual).
5º Revisiones cada 15 días hasta cumplir con los 90 días del desafío.

¡Anímate! ¡No estás solo!

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